sin comenzar

No entiendo a que te refieres cuando hablas, ni porque la tarde se hace larga y los planetas se mueven de manera tan dramática que los días parecen no tener un fin.No entendido que me dices cuando me ignoras y caen asteroides de la cama, y corro para no chocar con tu risa y por la prisa termino por despertar... Y al final no entiendo porque huyo de mí misma, de mi interior que escurre como lluvia ácida sobre mis hombros y termina en mis talones o en el suelo que pisas. Al final no entiendo porque regalo lágrimas saladas o dulces a quienes no las escuchan o sienten o mueren, por mí, por algo. Al final solo termina de irte, termina ya de ser quien eres o mejor aun; termina de vivir en mí mundo, vive en tu universo de mejores rumbos y pésimo amor.

por ser siempre todavía.

Por los cirros de primavera desintegrando frágilmente el azul profundo de mis tardes a solas. Por las sonrisas de verano dibujadas en segmentos de segundos bañados de ti. Por el viento del otoño esparciendo por mí vida la esperanza de un quizás mañana. Por el frió del inverno aferrado fuertemente a los huesos torcidos de un amor sin fecha.




Por lo que fue sin ser.
un año, una vida.

estúpidamente

Espere a que me dijeras tengo miedo para entonces llegar y decirte estoy aquí. Para darme cuanta después de que no. Aveces uno quiere cosas que no quiere realmente. Y no se trata de que tú me digas a palabras sofocantes, y yo te conteste a palabras estúpidas. Se trata de que actúes y actué, de que trates y trate, o de que huyas y huya; aveces no elegimos lo que nos pasa, pero si elegimos la manera de salir a delante. Y tú actuaste estúpidamente.

demente

Lo que paso fue qué
creí que cuando tú
me miraras terminariamos;
Yo, con mi cabeza apoyada
en tu hombro, tú, con
tus manos dibujando las mías.
Y es que después de
cuatro noches, dos llamadas
y una vida, pues creí.
Pero que demente, me dirás.
Y yo diré; pues sí, al final vale más
un momento de esperanza
que una vida sin ella.



vuelvo.

Quisiera escribirte, pero me faltan razones.

Querido Diario:

Te cuento que hoy he salido de mi casa, como a eso de medio día, cuando el sol esta sobre mi pelo y me calienta hasta los talones. Saliendo de la escuela, tome el autobús camino a "tu decides que hacer" y me detuve enfrente de un jardín muy conocido en mi ciudad. Solo quería pensar y supe que ese era el lugar perfecto. El bus se detuvo enfrente de lo que parecía una iglesia vieja y descuidada, yo no pude entender como la gente entraba a esos lugares, pero baje enseguida y cruse la calle, con cuidado claro, ya sabes que lo coches andan como locos, subí dos escalones y me tope con una pareja de novios, en ese momento sentí coraje, así que desidí no pensar en aquello y continuar mi camino. Como te imaginaras, iba caminando con la cabeza abajo y tropecé con un señor vendedor de paletas, ya me conoces, suelo ser muy torpe aveces, me sentí tan apenada que quise comprarle una, de limón, mi favorita. Ya con mi paleta en la mano, camine unos pasos más y llegue a una fuente, grande y limpia, cosa rara aquí, Saque mi cámara del bolsillo y comencé a remarcar los intentes, el cielo, la iglesia, los novios, las palmeras, (cosa abundante en este pueblo), cuando de repente volteé y me tope con esto, si, ese pequeño disfrutando de las simplesas de la vida, POR DIOS, que envidia sentí, y no me pude contener, ya sabes como soy, casi corriendo, llegue y me senté en la banca de enseguida y tome de nuevo mi cámara, y fotografié unas diez veces al pequeño y las palomas, y me sentía bien de una manera en que no te imaginas, tanto que no me di cuenta que su madre me miraba de una manera extraña, desconfiada, como suelen ser todos en esta cuidad, le sonreí y me marche sin decir nada. De nuevo la caminata, las palmeras, la fuente, los novios, el señor de las paletas, la calle, los coches gritando, la parada, el autobús, la espera, al fin.

Este fue mi día 94 del año querido diario, un día más como todos, algo distinto si ya te diste cuenta, mi meta era pensar.. y no lo hice, mi destino es volver siempre y no quiero hacerlo ya.

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soy yo, la que te espera siempre.