August 08, 2011

No hay razones para odiar.


Aveces me siento vulnerable
Cuando miro tus ojos y estas cerca
Y se que estás tan cerca aunque no estás.
Y cierro los ojos para solo imaginarte
Porque vale más incluso que mirarte.
(o soñarte quizás)

Aveces me siento tan vulnerable
Cuando se que ya tienes mis huesos
Y muero por contar yo tus lunares
Y ellos no hacen otra cosa que mentir.

Si, cerca de ti soy vulnerable
Porque se que mientes
Cuando me hablas con ternura
Y yo te creo todo
Y se que no es verdad.

(Ahora bien a todo esto, sumemos le algunos años
Y varias tazas de café).

Así que bueno o malo,
Mucho o poco
Si al final no me alejo es porque pienso
Es por que sé
Que a pesar de todo..


No hay razones para odiar.

March 31, 2011

Como dueles Abril.

Que bueno que me des un espacio para sufrirlo
Y darte a ti aunque sea esa prorroga
Un insulto obsoleto que no calme las angustias
Ni las consuele en un beso
Ni las sume a la cuenta
O las esfume en un mal.

Que bueno que en fondo no haya forma de fingirlo
Ni tantas maneras de odio, ni tantas de indiferencia.
Ni tanto amor que nos haga inmortales
Ni odio que nos haga morir.

February 22, 2011

No volveré a escribirle poemas de amor.

Estuve sentada una tarde esperando.

Una tarde incompleta, interminable.

Si no hubiese sido por ti, me lo habría imaginado

No más suspenso, no más agonía.

Pero no, no eras tú en absoluto.

Esa persona que esperaba se había ido,

Había tomado todo y sin decirlo.


Y sin embargo esa tarde espere, espere lo inevitable

Espere a que sucumbieran lentamente mis brazos,

A que tus dedos suplicaran mi llanto

Y tu llanto destrozara mi alma.


Espere a que todo el amor se me desbordara,

Y que tus brazos me envolvieran en tu pecho,

Como una brisa fingida y sin dolor..

Y te besé.


Te besé suavemente y sin pedirlo

Con lágrimas en los ojos

Con odio con miedo y con amor

Te besé con todo lo que tuve para darte en ese momento.


Poco después, el dolor te saco una sonrisa

No yo.

Pero aun así la hice mía

Hice mía esa sonrisa

Hice mío cada momento

Y no pudiste darme más que eso

Y no pude pedirte nada.


Y así, muriéndonos, agonizando en nuestro lecho de muerte

Agonizando como quien muere sin previo aviso,

Me sentí feliz.


Vi nuestra vida pasar frente a mis ojos,

Vi nuestras tardes de ensueño, nuestros sueños, nuestros cansancios

Vi nuestro amor sin verte a los ojos.

Y te dije adiós.