February 22, 2011

No volveré a escribirle poemas de amor.

Estuve sentada una tarde esperando.

Una tarde incompleta, interminable.

Si no hubiese sido por ti, me lo habría imaginado

No más suspenso, no más agonía.

Pero no, no eras tú en absoluto.

Esa persona que esperaba se había ido,

Había tomado todo y sin decirlo.


Y sin embargo esa tarde espere, espere lo inevitable

Espere a que sucumbieran lentamente mis brazos,

A que tus dedos suplicaran mi llanto

Y tu llanto destrozara mi alma.


Espere a que todo el amor se me desbordara,

Y que tus brazos me envolvieran en tu pecho,

Como una brisa fingida y sin dolor..

Y te besé.


Te besé suavemente y sin pedirlo

Con lágrimas en los ojos

Con odio con miedo y con amor

Te besé con todo lo que tuve para darte en ese momento.


Poco después, el dolor te saco una sonrisa

No yo.

Pero aun así la hice mía

Hice mía esa sonrisa

Hice mío cada momento

Y no pudiste darme más que eso

Y no pude pedirte nada.


Y así, muriéndonos, agonizando en nuestro lecho de muerte

Agonizando como quien muere sin previo aviso,

Me sentí feliz.


Vi nuestra vida pasar frente a mis ojos,

Vi nuestras tardes de ensueño, nuestros sueños, nuestros cansancios

Vi nuestro amor sin verte a los ojos.

Y te dije adiós.